Su comportamiento kinésico es expresivo, aportando con sus movimientos corporales (sobre todo los de las manos), más valor a la palabra. Dirige estas hacia adelante en todo el discurso, mostrando qué es lo que quiere que Colombia sea y haciendo gestos de rechazo ante situaciones con las que no está de acuerdo.
La postura de su cuerpo es adecuada y no distrae.
Sus gestos expresan disgusto ante la situación crítica del país.
En cuanto a la mirada, no parpadea muchas veces lo que puede significar tranquilidad y trata de mirar a todas las personas que están ahí.
Con su expresión facial, enfatiza el contenido de su mensaje, indicando atención hacia el público presente y por ende, lo que ellos esperan escuchar sobre la mejora de Colombia.
Su tono de voz es tranquilo (pero fuerte), mostrando una actitud de control y dominio de la situación. Está bien usado, porque lo hace para reflejar inconformidad, transmitiéndole esa sensación al público. También, se expresa seguro con lo que está diciendo.
Su dicción es buena, pronuncia claramente y se le entiende por lo tanto lo que dice. El empleo de las palabras que usa es adecuado, pronuncia claramente, acentúa con elegancia.
Y respecto a los matices, hace un buen uso de la palabra “nuestra”, dándole un color diferente, expresándola con la voz y con el gesto.
Sus matices reflejan que el destino de Colombia está vinculado al de toda América Latina.. Por lo tanto, logra convencer al público de lo que dice.
Manifiesta un buen estado de ánimo al decir las palabras y sugiere algo al público con la manera de decir éstas (que es cierto lo que se dice).
Respecto a la proyección de voz, esta tiene una buena potencia, tonalidad y modulación, hablando claro y entendiéndosele lo que dice.
Enfoca las palabras claves en la nota y produce a la vez sonidos claros. Los silencios de ella son adecuados, al respetar las pausas.
Finalmente, usa los juegos políticos de: los sentimientos, el oráculo, magia asociativa, simpatía mediática.
Y los estratagemas de: homonimia e influir por medio de motivos.
El discurso tiene una promesa de oportunidad al pueblo.
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